Criado en el ámbito de las carreras de resistencia, la pasión de Andy por la velocidad y la precisión se forjó en los circuitos más desafiantes del mundo, lo que le ayudó a consolidarse como uno de los pilotos más aclamados de la historia. En 2022, incluso fue incluido en el Salón de la Fama de Sebring, uniéndose a nombres verdaderamente legendarios como Fangio, Stirling Moss y Dan Gurney.
Pero Andy no solo ha dejado una huella imperecedera en la historia del automovilismo, sino que también ha forjado un legado con Bugatti. Andy se unió a la marca en 2011 como Pilote Officiel y su transición al mundo de los hiperdeportivos fue perfecta. “Cuando dejé las carreras de competición, temí que echaría de menos la adrenalina de estar en la pista y al volante de máquinas realmente extraordinarias, pero rápidamente me di cuenta de que me había embarcado en un viaje con algo que nunca antes se había visto con coches de carretera. Gracias a Bugatti, rápidamente volví a conectar con la emoción del rendimiento de los coches de carreras”, afirma. Y en 2019, Andy estableció el tercer récord mundial de velocidad de la marca, pilotando el Chiron Super Sport 300+ a más de 300 mph, la primera vez que se rompía la barrera en un coche de producción en serie.
Andy ha desempeñado un papel fundamental en la configuración del futuro de Bugatti desde el momento en que entró en su mundo. Su talento y sus años de experiencia han sido inestimables para el desarrollo de modelos icónicos como el Chiron, pero también de modelos carrozados como el Divo y el Centodieci, que han llevado los límites del rendimiento y la ingeniería a nuevas cotas y han creado los hiperdeportivos más avanzados del mundo.
Su experiencia a altas velocidades extremas, curvas cerradas, limitaciones físicas y mentales de la conducción de competición y la conciencia de las consideraciones de seguridad en entornos de carreras de alta presión han sido una enorme fuente de conocimientos que el equipo de desarrollo del Bugatti Bolide ha aprovechado. Pero, además de estas notables cualidades, la pasión y determinación de Andy, así como su incesante búsqueda de la excelencia, también han contribuido al desarrollo del Bolide, dando forma a un programa que se ha perfeccionado para ofrecer sólo lo mejor para el Bugatti de pista de hoy en día.
“Cada automóvil Bugatti es, a su manera, único. He tenido el privilegio no sólo de conducir estos impresionantes coches, sino también de trabajar junto a los mejores ingenieros del mundo, ayudando a conseguir la optimización de la ingeniería en los programas en los que hemos trabajado”, continúa Andy. Pero el Bolide es muy especial para mí; es sencillamente incomparable, una auténtica obra maestra de Bugatti que me ha transportado a las emociones y sensaciones más emocionantes que he experimentado en mi vida de piloto”.
Andy Wallace
Desde el lluvioso circuito de Paul Ricard en 2019 hasta los sagrados terrenos de Le Mans el año pasado, la experiencia de Andy en la conducción de alta velocidad y alto rendimiento en pistas de carreras dinámicas de todo el mundo ha sido una base esencial y única para el equipo de ingeniería del Bugatti Bolide a medida que avanzaba el desarrollo y las pruebas del coche, ayudando a garantizar que cada aspecto del Bolide se mantuviera fiel al legado de la marca en los deportes de motor y a la filosofía de Ettore “Si es comparable, ya no es Bugatti”.
Y la siguiente fase de este épico viaje de dos leyendas del automovilismo está ya a la vista, cuando Andy se ponga al volante del Bolide para dar rienda suelta a todo su pedigrí de competición en pista en la última sesión de pruebas antes de que comience la producción en el Atelier de Molsheim.