Un Nuevo Concepto de Vehículos en Serie Limitada

Los nuevos Ferrari Monza SP1 y SP2 nacen de un nuevo concepto, denominado ‘Icona’, queconecta con el pasado a través delhilo conductorde los vehículos más evocadores de la propia historia.

Los nuevos Ferrari Monza SP1 y SP2 nacen de un nuevo concepto, denominado ‘Icona’, queconecta con el pasado a través delhilo conductorde los vehículos más evocadores de la propia historia. Crea un nuevo segmento de series especiales limitadas des arrollado para clientes y coleccionistas Ferrari, y reinterpreta un estilo atemporal siguiendolos cánones modernos, acompañándolo con contenidos altamente tecnológico, junto con las prestaciones más elevadas fruto de la investigación continua en el campo dela innovación.

Los precursores del nuevo concepto son los Ferrari Monza SP1 y SP2. Se inspiran en los vehículos “barchetta” de los años cincuenta, distinguidos por sus éxitos en los campeonatos internacionales de pilotos de la Scuderia Ferrari, a los que se sumanlos de gentleman driver, que en aquellos años contaban con pilotos legendarios.

El primer vehículo Ferrari llamado “barchetta” fuela versión descapotable del 166 MM de1948. La persona queacuño esta denominación fue Giovanni Agnelliquien, nada más verla expuesta en el Salón de Torino de aquel año, comentó que, más que un coche parecía una barca (en italiano barchetta). El 166 MM “barchetta” escribe el nombre de Ferrari en la historia, venciendo tanto en la Mille Miglia como en las 24 Horas de Le Mans de 1949. A este vehículo le seguirán otros Ferrari Deportivos extraordinarios como el 750 Monza y 860 Monza, clara fuente de inspiración de los nombres de los dos nuevos modelos.

Las “barchettas” eran similares a los Spider (dos asientos), con la diferencia de ser privadas de capotas, y en lugar de un parabrisas tenían solo una pequeña cúpula delante de piloto y copiloto con una loneta para cubrir el lado del pasajero.Por pura coherencia con estas características, los Ferrari Monza SP1 y SP2 se diferencian enla posibilidad que tiene el cliente de configurar el vehículo bien como monoplaza o biplaza.

El resultado es un modelo que parece esculpido por el viento quien diseña sus formas, imprimiendo la pureza de sus trazos estilísticos y una estética proyectada al futuro, siempre con un profundo respeto sin caer en la nostalgia hacia el pasado.

Enzo Ferrari con frecuencia afirmaba “si existe un alma está en el motor”. Nunca una frase sirve tanto de ejemplo al habla del propulsor que equipan estos modelos Los Ferrari Monza SP1 y SP2 tienen el V12 atmosférico más potente jamás producido en Ferrari. Se trata del motor del 812 Superfast de 6,5 litros que con un desarrollo específico es capaz de generar una potencia máxima de 81 O cv a 8.500 rpm, y un par máximo de 719 Nm a 7000 rpm.

En los Ferrari Monza SP1 y SP2 se ha utilizado extensivamente la fibra de carbono en numerosos elementos funcionales como se hace en los vehículos de competición, revirtiendo todo ello en un mayor ligereza y manejabilidad, además de imprimiéndole un aspecto deportivo e imponente.

Tratándose de un vehículo Sport sin parabrisas y completamente “ai aire libre”, uno de los desafíos más grandes fue buscar una solución aerodinámica que permitiese a los pilotos disfrutar de las más altas prestaciones de los Monza SP1 y SP2 sin sufrir las incomodidades derivadas de un vehículo “barchetta”. La solución fue crear una cúpula específica denominada “Virtual Wind Shield” (Parabrisas Virtual), incorporada al carenado delante del panel de instrumentos y volante, que además desvía parte de los flujos aerodinámicos para mantener el máximo confort en su conducción.

DISEÑO

Exterior

La influencia del mundo de la competición es algo siempre presente en el lenguaje de diseño Ferrari y los Monza SP1 y SP2, conectan a través de un hilo invisible con el glorioso pasado donde elegancia, prestaciones e innovación forman parte indisoluble de la historia del Cavallino.

Desde el punto de vista de la pura creatividad, las evocadoras imágenes de las “barchettas” tradicionales Ferrari de la década de los Cincuenta, y la referencia al mundo de la competición deportiva, representan todas ellas una valiosa fuente de inspiración.

El concepto de “barchetta” ha sido reinterpretado por los diseñadores del Centro de Estilo Ferrari de una forma moderna, nueva y personalísima. Sin connotaciones nostálgicas y sin contenido explicito rescatado del pasado, los Monza SP1 y SP2 han sido concebidos como vehículos moderno para los nuevos gentleman drivers.

El lenguaje de los Ferrari Monza SP1 y SP2 se muestra claramente legible en sus proporciones, detalles refinados y sus líneas esenciales tanto en las formas elegantes como en el volumen monolítico y el perfil alar de su carrocería íntegramente fabricada en carbono. Se han evitado las formas visualmente más complejas que se ven en los Ferraris más prestacionales. El Centro de Estilo Ferrari ha apostado por un diseño muy puro, como si de un solo trazo de lápiz se tratase.

La silueta esencial y minimalista del vehículo parece casi sostenida sobre el delicado gesto plástico del robusto difusor trasero, que acoge los grupos ópticos en la cubierta, insertándose sobre la línea sutil y precisa del mini faldón y confluyendo hacia la base del parachoques delantero. El efecto se amplifica por el contraste cromático entre el carbono en los bajos, rigurosamente negro, con el resto de la carrocería, cuya extrema ligereza se revela en las elegantes cubiertas sobre los que está ópticamente dispuesta.

El look “post-moderno” de los Monza SP1 y SP2 se ve también en la parte posterior, que tiende a recrear el efecto sinuoso y mórbido, típico de los Ferrari de los años cincuenta, con una trasera muy recogida con forma plena y envolvente.

La idea decisiva ha sido la de descomponer el volumen en dos cubiertas. Uno surge de la cubierta superior y otro de la inferior. Estos dos elementos dialogan entre sí, pero parece que la cubierta superior sea casi flotante. Este efecto ha sido obtenido a través de la presencia de una moldura que se percibe como una fuga, y de la idea de que las dos cubiertas queden destacadas.

El tema de la fuga es recurrente en la historia de Ferrari, en particular en los años ochenta, pero se convierte en este caso en el leitmotiv que da estructura a la forma, y permite a la trasera mostrarse plena aun siendo percibida como ligera.

Esta intuición introduce un concepto de iluminación nuevo. Las luces de posición y parada han sido rediseñadas como una única y continua “línea de luz”, enteramente integrada en el sutil hueco de separación entre ambas cubiertas. De este modo la iluminación diseña una línea que atraviesa los parachoques y llega hasta el capó, permitiendo que la cubierta superior quede literalmente suspendida sobre el resto del volumen. La trasera, que toma su inspiración de sus predecesores 750 Monza o 375MM, se convierte en un objeto contemporáneo.

Al redescubrir este icónico tema de la “línea de luz” planteado sobre los faros delanteros y a lo largo de las tomas de aire en los flancos, se imprime al vehículo el característico efecto “naked”.

También sus flancos son nítidos y esbeltos en su pureza. El único elemento de discontinuidad es la toma de aire lateral del flanco, tributo a las “barchettas” de antaño, un efecto con fuerte impacto visual.

El frontal se presenta sobrio y esencial. Una superficie lisa, de forma sustancial, se modela sobre un amplio volumen mono-bloque en donde capó delantero y sinuosos parachoques se compenetran en equilibrio. Esto entronca con la forma y características de diseño de la tradición Ferrari, tratándose de un “fuselaje” cuyo generador es la abertura del radiador que envuelve una red de maya gruesa que resalta la estructura subyacente tridimensional sobre la que destacan dos amplias tomas de aire protegidas por una rejilla. La percepción general del tratamiento de la superficie externa es la de un manto que abriga, abraza y envuelve todo el frontal.

Se ha dedicado especial atención a la apertura de las puertas de dimensiones mínimas, y que se despliegan hacia lo alto. Esta elección ha comportado una revisión del anillo interior de la puerta con respecto al 812 Superfast. Pero el efecto que se ha obtenido es espectacular. Igualmente escenográfica es la apertura hacia adelante del amplio “capó” enteramente en carbono, que muestra totalmente el poderoso propulsor V12.

Completan el exterior unas espectaculares llantas de cinco radios y 21 pulgadas, muy esculturales y coherentes con las líneas esenciales del vehículo, específicamente diseñadas para este modelo.

Otro aspecto icónico es el diseño de la librea del Monza SP1 expuesto en el Salón de Paris. Inspirada por la geometría y gráfica de las libreas históricas de coches de competición como el 250 GTO o 250 Testa Rossa, por citar solo algunos iconos. El resultado que se ha obtenido es una librea que recorre transversalmente el capó y resalta las proporciones del mismo capó y paragolpes, enriqueciendo la parte trasera con un complemento sobre la características nervadura de la barra antivuelco del piloto.

Interior

El proyecto de interiores del vehículo ha sido desarrollado con especial dedicación, enfocándose en la cabina del piloto. Se ha definido la ergonomía abordo concentrándose sobre todo en los interiores, que han sido especialmente pensados. Así la instrumentación, el cuadro, comandos y estructura de asiento requirieron una reelaboración funcional con respecto a las nuevas exigencias de conducción, con la idea de mantener coherencia de lenguaje con el exterior del vehículo y la filosofía del proyecto que lo ha inspirado.

La arquitectura interior se compone de tres niveles a partir de un concepto de gota, con un diseño de anillo bien delineado sobre el cubre capota. Un primer nivel se define por el horizonte visual del piloto. Desde su perspectiva, el límite entre interior y exterior del vehículo es muy sutil. El cuerpo del conductor está íntegramente encapsulado en el interior del vehículo, con excepción de la cabeza que sobresale sobre la línea de horizonte, como en los coches de competición, reduciendo de tal modo toda forma de distracción visual.

En un segundo nivel ideal se concentran la instrumentación a bordo, el volante y las salidas de aire. El austero habitáculo recoge totalmente, a la altura de los brazos, el resto de comandos funcionales y los concentra en una único panel, extremadamente simple y privado de adornos estilísticos.

El asiento mono-plaza en carbono está confeccionado en piel y otorga al interior un aspecto exquisitamente personalizado, así como la escasa tapicería, trabajada solo en determinadas zonas con la intención de garantizar confort durante la conducción.

Motor y cambio

El motor de los Ferrari Monza SP1 y SP2 deriva directamente del 812 Superfast, sobre el cual, gracias a la optimización fluido dinámica de los conductos de aspiración, ha sido posible alcanzar un nivel de prestaciones aún superior. El V12 del 812 Superfast, premiado en el 2018 como mejor motor por encima de cuatro litros con el Best New Engine en los Premios lnternational Engine of the Year 2018, ha introducido numerosas innovaciones. Entre estas, es el primer motor de aspiración concebido para beneficiarse del sistema de inyección directa a 350 bares. Además, se he implementado el sistema de control de conductos de aspiración con geometría variable derivado como concepto de los motores de F1 aspirados.

El sistema de inyección a alta presión, además, favorece una mejor nebulización del inyector de combustible que permite reducir drásticamente la cantidad de partículas emitidas durante la fase de calentamiento del catalizador, garantizando el respeto a la normativa específica de emisiones. Especial énfasis se puso en la calibración de las estrategias de conducción, que han sido desarrolladas con el objetivo de aumentar el potencial del motor y la sensación de deportividad extrema del vehículo, pero garantizando siempre al conductor la posibilidad de gestionar ágilmente con el pedal acelerador la enorme cantidad de par disponible, gracias a una erogación progresiva y lineal en cualquier régimen.

Las estrategias de gestión del cambio de doble embrague están diseñadas para exaltar la deportividad del coche. Los tiempos de cambio arriba y abajo en la posición del Manettino más deportiva, han sido heredados del 812 Superfast, los cuales fueron sensiblemente acortados con lo que la transición de una marcha a la otra fue optimizada para exaltar la experiencia de conducción.

Gracias a la configuración abierta de los Ferrari Monza SP1 y SP2 el sonido del motor V12 es todavía más evidente. El sonido de aspiración garantiza al conductor una percepción sonora emocionante e inconfundible ofreciendo una sensación de inmersión total en una experiencia completa e incomparable, algo que solo un vehículo de con el ADN único Ferrari arriesga a regalar.

Dinámica del vehículo

En lo relativo a las prestaciones longitudinales y laterales el objetivo marcado y conseguido ha sido mejorar todas las prestaciones propias del 812 Superfast. Todo ello teniendo en cuenta la arquitectura determinada por la completa ausencia de parabrisas y techo, y su distinta condición aerodinámica.

El resultado es que los Monza SP1 y SP2 confirman las excelentes prestaciones de velocidad del 812 Superfast, con una aceleración (0-100 km/h en 2.9 segundos, y 0-200 en 7,9 seg) y frenada ( 100-0 km/h en 32 metros), perdiendo solo marginal mente en términos de velocidad máxima (>300 km/h).

Con la finalidad de alcanzar el objetivo prefijado se ha replanteado el concepto de Passo Corto Virtuale introducido por primera vez en el F12tdF y sucesivamente en el 812 Superfast, evolucionado posteriormente mediante el sistema de apoyo de asistencia eléctrica a la dirección delantera (EPS).

Se han adoptado neumáticos más grandes para las llantas forjadas de 21″ con medidas 275/30 delanteras y 315/30 traseras, y un corte elástico más rígido para aumentar mucho más la sensación prestacional sobre todo en agilidad y en los tiempos de respuesta a sus mandos.

El resultado es un vehículo equilibrado, perfectamente estable, sin ningún tipo de balanceo y con una dinámica en curva incomparable con ningún otro. La visibilidad sin montante permite disfrutar de una agresividad en la entrada y salida de curva solo equiparable a la conseguida en un F1. El piloto así goza de una integración con un vehículo deportivo, y una sensación gratificante sin dificultad.

Aerodinamica

Como en todos los coches Ferrari, el diseño de los Ferrari Monza SP1 y SP2 es funcional en lo tocante a aerodinámica para transferir al conductor las altas prestaciones del vehículo.

El “Wind Shield Virtuale”(Parabrisas Virtual) creado para este coche con la intención de responder a la exigencia de permitir al piloto poder conducir a alta velocidad, es un elemento que, a pesar de permanecer bajo el cono de visibilidad del piloto, permite ofrecer el máximo confort de conducción para los vehículos barchetta, tanto si los comparamos con otros modelos históricos como con otros competidores con similar arquitectura.

El concepto ha sido desarrollado primero virtualmente gracias al estudio profundo de la dinámica de fluidos (CFD), pasando posteriormente a la Galería del Viento. Para ello se construyó una simulación a escala real en la Galería donde se alternaron probadores y maniquís con diferentes instrumentos de sondas de presión. Dada la extrema especificidad del producto y la novedad del reto técnico, ha sido fundamental la aportación de los probadores y su experiencia tanto en la fase inicial de la definición del objetivo, como en la parte final de la validación del conjunto global. Los maniquís instrumentados, y todos los datos obtenidos, han servido para una mejor comprensión de los fenómenos aerodinámicos además de ayudar a gestionar e incrementar la masa crítica de soluciones probadas.

En ausencia de algún tipo de parabrisas, el aire que fluye sobre el capó impactaría directamente sobre la cara del piloto. Con la adopción del “Wind Shield Virtuale” (Parabrisas Virtual) el objetivo conseguido ha sido minimizar esta problemática sin comprometer la sensación de contacto con la carretera que un vehículo de este tipo ofrece.

El “Wind Shield Virtuale” (Parabrisas Virtual) se configura como un paso aerodinámico bajo la pequeña cúpula, donde la forma superior del puente tiene un perfil alar propio. Parte del aire, que fluye sobre el capó entra dentro de la toma de aire bajo el puente, confluye, acelera y dirige verticalmente por delante del cuadro de instrumentos. En esto ayuda significativamente el pliegue ubicado bajo el mismo puente que se origina de las fuertes aspiraciones producidas por la salida de aire del conducto del parabrisas, aumentando la velocidad. Se genera así una lama de aire empujada hacia arriba, altamente energética, y que desvía la dirección del flujo incidente por debajo de la cabeza del piloto, que gozará de una bolsa de baja velocidad creada en torno a la cabina.

En el interior del conducto del “Wind Shield Virtuale” también se aplicaron dos derivaciones divergentes. El objetivo de estas derivaciones es crear una diferencia de presiones entre canales centrales y canales externos del conducto, con la finalidad de minimizar la fluctuación del campo de movimiento hasta el exterior de la bolsa de baja velocidad en torno al piloto, consiguiendo una ventaja significativa respecto al ruido aerodinámico, y el confort en general, eliminando el riesgo de oscilación de las fuerzas aerodinámicas transversales sobre la cabeza del piloto.

7 años de mantenimiento

Los estándares de calidad propios de Ferrari y la creciente atención al cliente son la base del programa de asistencia y mantenimiento hasta los 7 años que se ofrece también para los Ferrari Monza SP1 y SP2. Este programa, valido para toda la gama, prevé la cobertura total de cualquier acción de mantenimiento ordinaria para los primeros 7 años de vida del vehículo.

El plan de mantenimiento ordinario, como para los vehículos Ferrari, representa un servicio exclusivo para los clientes que se aseguran el mantener al máximo nivel las prestaciones y seguridad del propio automóvil durante el paso de los años.

El mantenimiento regular (a intervalos de 20.000 km o una vez al año sin límite de kilometraje), los recambios originales y las detalladas revisiones realizadas por personal formado directamente en el Centro de Formación Ferrari de Maranello con las más modernas herramientas de diagnóstico, son algunas de las ventajas del Programa de Mantenimiento Genuine. El servicio está disponible en todos los mercados del mundo y en todos los Concesionarios de la Red Oficial de Concesionarios.